De los persistentes, la mayoría llegarán tarde o temprano más o menos a su destino pero solo el de las buenas personas tienen por seguro llegar hasta el final.
[...] los primeros contactos son siempre los mismos, como las aperturas del ajedrez. No es preciso inventar nada porque ambos buscan lo mismo. Después el juego sigue su propio derrotero y es entonces cuando se necesita estrategia.
Paolo Giordano